Una persona se sube en la báscula, se ve al espejo y dice: “Qué gorda estoy… tengo que rebajar tantas libras”. Momento, desde allí su objetivo de quitarse esas libras de más ya tiene un yerro para los especialistas de la salud, al decidir cuánto quiere rebajar sin saber los porcentajes de grasa corporal y músculo que tiene su organismo.
Médicos y nutricionistas advierten que decidir perder cierta cantidad de peso a partir de lo que marca una báscula es un peligro, porque la máquina no proporciona las cifras de grasa corporal y músculo de una persona.
El hecho que indique una cantidad de kilos no es suficiente para saber el nivel de sobrepeso y obesidad que tiene alguien. Probablemente, no necesite bajar demasiado de peso porque su cuerpo tiene más músculo que grasa.
Una cierta cantidad de grasa es esencial para el cuerpo porque regula la temperatura corporal, aísla órganos y tejidos y almacena energía.
Investigaciones han determinado que la mujer acumula más grasa que el hombre. En promedio las féminas tienen de su peso corporal entre 10% ó 12% de grasa mientras que los del género masculino entre 3% y 4%.
El porcentaje de grasa corporal es tan importante para el control de peso, porque es metabólicamente menos activa que el músculo. Esto quiere decir que necesita menos calorías para mantenerla.
La nutricionista Rocío Rivera Claros, afirma que saber el porcentaje de músculo y grasa corporal puede ayudarle a determinar si sus metas de pérdida de peso son realistas.
Esta tarea debería recaer de forma exclusiva en un nutricionista y un médico. Ellos pueden determinar si la persona tiene obesidad o sobrepeso, el estado nutricional, el régimen alimenticio a seguir para perder esas libras de más y la cantidad de peso que debe bajar.
Los profesionales de la salud y la medicina para indagar si hay sobrepeso y obesidad, así como establecer los porcentajes de grasa y músculo en una persona utilizan varios métodos. Algunos de estos son el Índice de Masa Corporal, la relación entre la cintura y cadera, los pliegues cutáneos, la resonancia magnética, la bioimpedancia y la densidometría.
El Índice de Masa Corporal se obtiene al dividir la cantidad de kilogramos que pesa una persona entre el número obtenido al elevar al cuadrado la estatura medida en metros. Es una fórmula simple: combinación de peso y altura.
La relación entre la cintura y cadera permite a los especialistas establecer el tipo de obesidad así como la distribución y localización de la grasa en el cuerpo.
Al realizar los pliegues cutáneos, los profesionales de la salud y la medicina, evalúan el espesor de la piel en al menos siete partes del cuerpo con un instrumento llamado adipómetro, que la mide en milímetros.
La resonancia magnética les permite reproducir imágenes detalladas de músculos, huesos y grasas hasta en tres dimensiones gracias a un proceso electromagnético coordinado con la lectura de datos de una computadora.
Mientras que la densidometría es utilizada para medir los porcentajes del tejido muscular, óseo y adiposo de las personas.
La bioimpedancia cuantifica la resistencia de los tejidos corporales que tiene un paciente cuando pasa una corriente eléctrica. Evalúa el contenido de agua y de electrolitos.
Así que antes de decidir que usted necesita perder peso, considere que para tener objetivos de pérdida de peso realista debe considerar cuánta grasa y músculo anda cargando.