La mayoría de personas se someten a exámenes que tienen como objetivo medir la presión arterial, pero es importante que al mismo tiempo que lo hace con sus brazos le evaluén las piernas, una rutina que no es prácticada por la mayoría de instituciones hospitalarias.
¿Por qué someter de forma simultánea las extremidades inferiores y superiores al exámen? La razón: el riesgo que pueda tener ocluidas las arterias de las piernas.
Un fenómeno que se conoce como enfermedad arterial períferica (PAD, por sus siglas en inglés) o EAP en español.
Según la revista estadounidense Healthletter de Mayo Clinic,en los adultos mayores de 70 años de 15 a 20 por ciento padecen PAD, una condición que puede causar dolor en las piernas o molestia al caminar, y que a simple vista podría desaparecer con un breve descanso.
La Asociaciñon Americana para la salud de Corazón, en su sitio web destaca que muchas personas pueden padecer PAD sin saberlo ya que la acumulación de colesterol y otras grasas en las paredes de las arterias que suministran oxigeno y sangre a las piernas es silenciosa y asintómatica.
Cuando la arterias están ocluidas en su totalidad aún con los síntomas presentes como sentir dolor o calambres en las piernas, quienes lo padecen no lo consideran algo grave para preocuparse.
Pero sin tratamiento, las consecuencias a largo plazo pueden ser graves: la PAD puede desencadenar heridas en las piernas difíciles de sanar, y la muerte del tejido con el riesgo de la amputación de las piernas. Por otra parte, es posible desarrollar enfermedades de las arterias en otras áreas, tales como los riñones, el cerebro o el corazón.
La presión arterial, es decir la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo, es un factor que debe a tener en cuenta puede ser de vida o muerte.